Aunque tomemos todas las precauciones del mundo, todos podemos ser agredidos algún día. Imaginemos la siguiente situación:
- Vuelves a casa caminando un poco más tarde de lo habitual, hay poca gente en la calle y estás escuchando música con auriculares ;
- Una persona se te acerca por detrás para robarte el bolso, no le oyes;
- Por reflejo, intentas resistirte y el individuo malintencionado te golpea antes de huir con tu bolso, que ha conseguido arrebatarte.
Inmediatamente después de este acto de violencia, te quedas un poco aturdido, lo cual es bastante normal. ¿Qué hacer en una situación así? ¿Cómo reaccionar? Aquí tienes nuestro consejo.
Pedir ayuda
Si no estás solo en la calle en el momento de la agresión, lo normal es que la gente cercana se acerque a ti para ver cómo estás. Pero no te sorprendas si algunas personas actúan como si no hubiera pasado nada y siguen su camino...
Inmediatamente después de la agresión, es posible que aún no sepas si vas a presentar una denuncia (sobre esto hablaremos más adelante), así que no dudes en pedir los datos de contacto de las personas que vinieron a ayudarte. Si se presenta una denuncia, estas personas podrán dar su testimonio.
Acudir a urgencias para recibir tratamiento
Si tus lesiones requieren atención médica, te aconsejamos que acudas a urgencias lo antes posible. Si es posible, haz fotografías de tus lesiones.
Si no necesitas tratamiento inmediato, puedes acudir a la gendarmería o a la comisaría de policía. Así podrás presentar una denuncia. La policía te dirigirá a un servicio de medicina forense cercano. Allí se realizará una evaluación medical de tus lesiones: es de suma importancia, ya que la magnitud de tus lesiones influye en la calificación penal de la agresión.
En ambos casos, se recomienda acudir al médico para obtener un certificado médico que acredite tu incapacidad laboral temporal.
Presentar una denuncia tras una agresión
Después de sufrir una agresión, es muy recomendable presentar una denuncia. Esto es esencial para hacer valer sus derechos y obtener una indemnización por los daños sufridos, aunque, por supuesto, nadie puede obligarte a presentar una denuncia: depende de ti.
Si llamaste a la policía inmediatamente después de la agresión y un agente acudió al lugar de los hechos, debes saber que en ese momento no presentarás denuncia. Debes acudir a la comisaría lo antes posible, preferiblemente con pruebas (certificado médico de lesiones, testimonios, fotos de que tu propiedad ha sido dañada, etc.). Ten en cuenta que el plazo legal para presentar una denuncia tras una agresión es de 3 años.
Un agente de policía registrará tu denuncia: tendrás que explicar los hechos para que sea posible evaluar los daños.
Si la persona es identificada, puedes reclamar daños y perjuicios por agresión acudiendo al juzgado al menos 24 horas antes de la vista. Puedes indicar en una carta certificada con acuse de recibo dirigida a la secretaría del tribunal que deseas interponer una demanda civil. Debes adjuntar todos los elementos que justifiquen tu perjuicio.
¿Qué ocurre si no se identifica a la persona que te agredió? Aún puede recibir una indemnización presentando una solicitud ante la comisión de indemnización a las víctimas de delitos del tribunal judicial. Si la solicitud no es aceptada, aún tiene la posibilidad de ponerte en contacto con el servicio de recuperación de víctimas.
¿Qué ocurre si no deseas presentar una denuncia?
¿No quieres presentar una denuncia? Estás en tu derecho. Después de una agresión, es posible que te encuentres en estado de shock y quieras recuperarte antes de decidir si presentas o no cargos.
En caso de duda, seguimos aconsejándote que te examine un médico que podrá facilitarte un certificado médico y que reúnas pruebas (fotos de las lesiones, testimonios): tienes 3 años para presentar una denuncia y, aunque sea mejor hacerlo rápido, tendrás todas las pruebas necesarias para el día en que decidas acudir a la policía.
Obtener ayuda para volver a una vida normal
Sentirse inseguro en la calle, pesadillas, problemas de concentración, trastornos del sueño, aislamiento, cambios de humor, depresión, vergüenza... Después de sufrir una agresión, la vida da un vuelco y por eso es importante buscar ayuda para superar este calvario que a veces puede convertirse en un verdadero estrés postraumático. Algunas personas también lo niegan, actuando como si no hubiera pasado nada, pero pueden sufrir mucho internamente.
Por supuesto, puedes hablar de la agresión con tu familia, pero también es aconsejable ponerse en contacto con una asociación de ayuda a las víctimas.
Lo importante es recordar que tras una agresión no debes permanecer aislado: no es vergonzoso ser agredido, no has hecho nada malo. El único culpable es el agresor.
Tras la agresión, puede que sientas la necesidad de formarte en defensa personal o de comprar un bote de gas lacrimógeno: son técnicas eficaces para recuperar la confianza en ti mismo, pero no sustituyen al apoyo psicológico.