Eres consciente de que las agresiones no sólo ocurren a los demás y por eso estás considerando seriamente invertir en un arma de defensa personal para protegerte mejor en caso de un mal encuentro.
Como no sabe mucho sobre el tema, probablemente dude entre varios dispositivos: ¿es mejor utilizar un bote de gas lacrimógeno, un arma de choque de bolsillo o una pequeña navaja para defenderse de un agresor? En realidad, no hay un arma de autodefensa mejor que otra: lo importante es que se adapte a tus necesidades y que sepas utilizarla.
El cuchillo defensivo es un arma blanca conocida por su eficacia en caso de ataque. Sin embargo, no es el arma de defensa personal que más solemos recomendar a nuestros clientes. En efecto, aunque es una herramienta formidable para la defensa personal, su lugar no está en todas las manos, ya que su uso es más complejo de lo que parece a primera vista, sobre todo en términos de seguridad.
¿Es el cuchillo un arma de autodefensa eficaz?
Las navajas siempre se han utilizado para atacar y defender. No es de extrañar, porque incluso el cuchillo más pequeño, si está bien afilado, puede hacer mucho daño.
Así que sí, el pequeño cuchillo de defensa personal es eficaz si te enfrentas a una persona malintencionada que intenta atacarte. Al menos si sabes utilizarlo correctamente: ¡cada año hay personas que resultan heridas al intentar protegerse de un atacante con su propio cuchillo!
También es importante tener en cuenta que un cuchillo defensivo es un arma letal. Si golpeas a tu agresor con la hoja, puedes herirle gravemente o incluso matarle. Desde un punto de vista legal, esto puede obviamente ser contraproducente, por no hablar de las consecuencias psicológicas.
Donde el uso del cuchillo puede volverse interesante es cuando se utiliza indirectamente. Pongamos un ejemplo:
- Coges un taxi a casa a altas horas de la noche y te sientes incómodo porque el taxista te habla de una manera un poco demasiado familiar;
- Te das cuenta de que no se dirige a casa;
- Le dices que va en dirección contraria, pero no responde y acelera;
- Como ha bloqueado las puertas de atrás, sabes que no podrás abrir la puerta para bajarte la próxima vez que pare, por ejemplo, en un semáforo en rojo;
- ¿La solución para escaparte? ¡Utiliza tu cuchillo como rompeventanas! Al golpear la ventana, podrás romperla, lo que te permitirá abrir la puerta con la mano por fuera ¡y luego huir hacia un lugar seguro!
¿Qué precauciones hay que tomar con una navaja?
La decisión está tomada: ¡vas a equiparte con una pequeña navaja de defensa!
Aquí tienes nuestros consejos para utilizarla con seguridad:
- Elige una navaja adaptada al tamaño de tu mano: si no sabes cómo hacerlo, lo más fácil es que te pongas en contacto con nuestro equipo para que te informemos en función de tu morfología.
- Mantén tu navaja con el máximo cuidado: si es un modelo plegable, te aconsejamos que la lubriques de vez en cuando, además de limpiarla y afilarla como cualquier otra navaja.
- Aprende a utilizar tu navaja: una vez que sepas sujetar y empuñar correctamente tu arma de autodefensa, te aconsejamos que practiques con un rotulador con algún conocido. De esta forma no corres el riesgo de hacerte daño a ti mismo o a tu "oponente". Pero al mismo tiempo puedes practicar hasta que domines el uso del cuchillo.
Lo ideal es que elijas una navaja plegable: como ocupa muy poco espacio, podrás llevarla contigo a todas partes y, además, ¡no te cortarás al intentar cogerla del bolso!
Recomendamos especialmente la navaja de autodefensa en forma de huevo o el modelo Black Lightning de Böker.
¿Cuáles son las alternativas a los cuchillos?
¿Cree que los cuchillos ya no son una buena idea para defenderse en caso de ataque? Si nunca has utilizado un arma de defensa personal, te confirmamos que es mejor optar por un dispositivo más sencillo de utilizar y, sobre todo, ¡menos letal!
He aquí las mejores alternativas al cuchillo defensivo:
- El bote de gas lacrimógeno: ¡el gran clásico de la defensa personal!
- El arma de choque de bolsillo: una simple descarga eléctrica te permite inmovilizar a tu agresor durante varios minutos, ¡lo que es ideal para emprender la huida!
También puedes optar por un bastón telescópico o un kubotan, pero cuidado, al igual que el cuchillo, son armas que pueden hacer mucho daño y sólo se recomiendan a personas que dominen las técnicas de defensa personal.
El cuchillo es un arma de autodefensa que no conviene a todo el mundo: si buscas una alternativa, pero no te decides entre las distintas posibilidades que tienes a tu disposición, lo más fácil es que te pongas en contacto con uno de nuestros asesores para hablar de tus necesidades.